Por
MARIA CALCAGNO
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II Parte y Ultima Parte --
En
1992 la empresa Convimar S.A. de C. V. Inicia en México
la práctica de la Terapia Asistida con Delfines. En
2001 se realizaron los primeros convenios de investigación
con la Clínica de Trastornos del Sueño (UNAM,
Hospital General, Ciudad de México) utilizando técnicas
de polisomnografía es el aumento en el tiempo total
de sueño, así como en la eficiencia del mismo
en pacientes que estuvieron en contacto con delfines. Se observó
una disminución significativa en la duración
de la vigilia (estado de alerta) y el número de despertares.
La
terapia con animales fue empleada por primera vez en Inglaterra
en 1792 por el médico William Tuke, para mejorar las
condiciones en los hospitales psiquiátricos de la época
y para enseñar autocontrol a los pacientes.
En
1867 en Bilet, Alemania se empleó nuevamente en un
centro para pacientes epilépticos y en 1960 el psiquiatra
estadounidense Barcis Lewinjan demuestra los efectos benéficos
de la terapia.
Desde
entonces se han realizado nuevas investigaciones con diferentes
especies de animales como gatos, perros, canarios, peces,
tortugas, caballos, delfines, etc. Los efectos generales que
presentan en la Terapia Asistida con Animales son los siguientes:
*
Normalizan la presión arterial y producen relajación
* Favorece el autocontrol
* Mejora el estado de ánimo
* Disminuye la ansiedad, el estrés y estados depresivos
* Facilita la interacción social y mejora el sueño
Los
delfines
La
especie de delfín que mejor se adapta al cautiverio
y que presenta un temperamento ideal para el entrenamiento
es el delfín Tursiops truncatus o mejor conocido como
nariz de botella. Todos los delfines tienen un alto coeficiente
intelectual; algunos científicos los han comparado
con la inteligencia del perro, el caballo, e incluso del hombre.
La mayoría de los delfines pasan sus vidas en compañía
de otros, en unidades sociales muy organizadas.
Esta
especie alcanza una talla máxima de 2.20mt. y su peso
promedio es de 200 Kg,
puede alcanzar velocidades de hasta 60 Km/h. Su alimentación
se basa en una gran variedad de especies de pescados tales
como el capelin, robalo, arenque, macarela, smelt, sardina,
calamares, camarones, entre otros. Los delfines son capaces
de sostener la respiración hasta por 20 minutos y sumergirse
a una profundidad de hasta 500 metros.
Poseen
una aguda visión dentro y fuera del agua, el ojo del
delfín está particularmente adaptado para ver
en el agua aún en condiciones de poca luz en la profundidad.
Tienen el sentido de la audición altamente desarrollado,
debido a que la cantidad de tejido nervioso que conecta el
oído medio con el cerebro es más del doble que
en el ser humano.
Presentan
grandes depósitos de grasa en la cabeza y en la mandíbula
inferior, y su composición química es notablemente
diferente de la composición de las grasas corrientes
del cuerpo y las que se ingieren con la dieta normal. Los
mayores depósitos de grasa se encuentran en la frente
por delante del cráneo, en la zona llamada melón.
El otro gran depósito de grasa está en la mandíbula
inferior, se halla justamente debajo de una zona donde el
hueso es muy fino; esta grasa es de composición muy
parecida al melón y llega hasta la zona del oído
medio.
Estos animales no tienen orejas: reciben el sonido tanto por
los oídos como por los tejidos de la cabeza y sobretodo,
con el cráneo que conecta directamente con el oído
interno.
Los
sonidos emitidos por los delfines se pueden clasificar en:
•
SONIDOS DE BAJA FRECUENCIA como silbidos, chillidos, y ráfagas
de graznidos. Estos sonidos los usan solo para comunicarse.
•
SONIDOS DE ALTA FRECUENCIA llamados chasquidos. Estos son
los que utilizan en el proceso de ecolocalización,
la cual consiste en la emisión de ondas sonoras en
el agua que el animal termina recogiendo en forma de ecos
y analizándolos en el cerebro. Los clicks de alta frecuencia
tienen un alto poder de penetración y pueden recorrer
largas distancias (800mts); éstos son reflejados por
los diferentes objetos y el animal puede obtener información
de la topografía de la zona, la profundidad, los cambios
en el tipo de fondo, etc.
Este
sistema se esquematiza de la siguiente forma:
1.
Los clicks, silbidos y chillidos de los delfines son producidos
y modulados al hacer pasar aire a través del conducto
respiratorio y de los sacos aéreos asociados al mismo
mientras el espiráculo permanece cerrado.
2. El melón proyecta y dirige las ondas producidas
hacia el frente.
3. Las señales acústicas rebotan en el objeto
(eco).
4. Estas ondas son recogidas principalmente por la mandíbula
inferior transmitiendo las señales sonoras a los oídos
internos. La sensibilidad (95 Khz) es 6 veces mayor que la
del pasaje auditivo, por lo cual es el mejor conductor y guía
de señales ecolocalizantes.
5. La información recibida es enviada en forma de señales
eléctricas a la corteza cerebral donde el animal elabora
un dibujo mental del objeto o de los alrededores.
Existen
al menos cuatro tipos de información en el eco: la
dirección de la cual procede, el cambio de frecuencia
nos da información del tamaño y forma del objeto,
la amplitud del sonido y el tiempo transcurrido entre la emisión
y el retorno, nos da indicios de la distancia.
¿Como
se explica que este sistema de ecolocalización tenga
un efecto benéfico en el ser humano?
El
ultrasonido emitido en el sistema del sonar del delfín
es el que juega el papel principal en la terapia con delfines.
Las
hipótesis explicativas principales son el modelo cavitacional
propuesto por David Cole en 1996 y el modelo de sonoforesis
de Birch en 1997.
La
cavitación es un proceso en que las ondas de sonido
provocan la formación de microburbujas que estallan
de manera inmediata después de su formación,
ocurriendo un efecto sobre la membrana que favorece el intercambio
químico, esto sucede cuando el delfín está
a menos de un metro de distancia del paciente.
La
resonancia es un proceso en el que se ponen en contacto el
sonido del delfín con las membranas celulares del sistema
nervioso central; la vibración tiene un efecto mecánico
y promueve el intercambio químico.
Ambos
procesos dependen de la distancia y la intensidad del sonido
con que el delfín lo emite, lo que da como resultado
la liberación de hormonas relacionadas con la mitigación
del dolor y la relajación.
ANTECEDENTES DE LA TERAPIA ASISTIDA CON DELFINES (TAD)
A
principios de los años cincuenta, el norteamericano
John Lilly descubrió que los delfines pueden ejercer
una influencia positiva sobre el humano. Descubrió
que su lenguaje está basado en imágenes sónicas.
David Cole ha demostrado que tras nadar con delfines la presión
sanguínea se normaliza y la frecuencia de las ondas
cerebrales baja significativamente; se puede observar incluso
un periodo de sincronización: las ondas emitidas por
ambos hemisferios alcanzan una fase de frecuencia similar,
así como el incremento de actividad de las ondas cerebrales
lentas.
Algunas
investigaciones han explorado los efectos psicológicos
en humanos que experimentaron nadar con delfines en donde
describen que los pacientes presentaron incremento de niveles
de bienestar y disminución de ansiedad.
Lukina
trabajó con 147 niños, 57 sanos y 90 de ellos
con diagnósticos de neurosis infantil, retraso mental,
autismo y otras enfermedades diversas con edades comprendidas
de 5 a 12 años, los pacientes interactuaron con los
delfines durante 10 a 15 minutos por sesión, en un
promedio de 7 a 10 sesiones.
En
el grupo de niños sanos reportó el surgimiento
de nuevas cualidades como amabilidad, atención, autocontrol
y autodisciplina en el ámbito familiar y social. Con
los 90 niños restantes, conformó tres grupos
de acuerdo a sus diagnósticos . Los resultados generales
más significativos de estos grupos fueron un decremento
de un 50 a 70% en frecuencia y manifestación de depresión
y ante las fobias nocturnas y enuresis, los niños se
mostraron más calmados y controlables, mostraron patrones
estables de comportamiento. Hubo cambios en el estado anímico
en un 90%.
La
experiencia terapéutica reportada por Lukina refiere
la activación de procesos de homeostasis (equilibrio)
y se resalta el uso de la Terapia Asistida con Delfines como
un método no medicamentoso de beneficio en los estados
emocionales donde se manifiesta mejor estado de ánimo,
bienestar y vitalidad.
Actualmente
continúan las investigaciones del efecto de la terapia
en relación a la segregación hormonal, producción
de neurotransmisores, fortalecimiento del sistema inmunológico,
así como del efecto psicológico, entre otros.
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