| Las autoridades buscan minimizar los hechos y han llegado al  exceso de desprestigiar a las propias víctimas, informa el primer visitador genera de Derechos  Humanos de Mèxico, Raúl Plascencia Villanueva, al revelar que en esta  hipótesis coinciden cinco informes de   organizaciones no gubernamentales y de organismos internacionales de  Derechos Humanos: Informes de la Comisión Interamericana  de Derechos, Naciones Unidas, del Instituto Chiuahuense de la Mujer, Comisión nacional de  DH en México y Amnistía Internacional, que ante la falta de informes claros de  los homicidios recurrieron a las víctimas y sus familiares, para recabar datos. Carlos Mario Gòmez de Amnistìa Internacional declara que en  la busqueda de esa información han sufrido hostigamiento por parte de las  autoridades estatales, que alegan que “esos hechos dan mala fama a Chihuahua. Por su parte, el ombusman de Mèxico, José Luis Soberanes Fernández, dice  que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos  considera que no sólo están pendientes de cumplir por los tres órdenes de  gobierno muchas acciones relacionadas con los homicidios y desapariciones de  mujeres ocurridos en Juárez, Chihuahua, sino que a pesar de los más de 300  millones de pesos  destinados por los  gobiernos Federal y Estatal para procurar justicia, atender a las víctimas,  fortalecer el tejido social, impulsar políticas públicas con perspectiva de  género y tendentes a prevenir más homicidios de mujeres, no se ha logrado  frenar esta forma de violencia, ya que de enero de 2004 al mismo mes de 2008  han ocurrido 89 casos más, lo que representa un aumento de casi 30% de los  homicidios registrados en una década en esa ciudad fronteriza. Raúl Plascencia de los Derechos Humanos de México cita que  se ha demostrado que la apatía para resolver esos crímenes, tiene como  finalidad proteger a funcionarios y redes de poder involucrados en esos  asesinatos, toda vez que muchas de las muertas fueron secuestradas y violadas  durante varios días.  Después fueron  asesinadas, no sin antes ser torturadas y sufrir mutilaciones, principalmente  de los senos.  “Se insistía, añade,   que esos eran crímenes pasionales y que habían sido resuelto, pero tal  parecía que pretendían tapar los delitos, para que no se sepa que esas jóvenes  fueron robadas para llevarlas a fiestas de orgías sexuales, en las que  participaban hombres y funcionarios de poder, entre los que estaban desde un  policía hasta un encumbrado empresario o funcionario público, aparentemente  honorables”. Tras esas fiestas clandestinas, al otro día, tristemente los  cuerpos amanecen sembrados en  campos  algodoneros, parajes solitarios propiedad de ricos empresarios,  narcotraficantes, vendedores de autos e incluso funcionarios públicos, pero  nunca se han seguido estas líneas de investigación, afirma Plascencia. Los cuerpos de las víctimas se han encontrado en zonas del  Ejército, bandas, traficantes de armas, autos, donde arrojan los cuerpos con  huellas de quemaduras por refrigeración,   mutilados, con mordeduras humanas en todo el  cuerpo, quemaduras de cigarro  por  doquier, “Se trata  de un poder que puede  coaccionar a las fuerzas gubernamentales.   Es una forma de amedrentarlo”, refiere Plascencia.  La comisionada Guadalupe Morfìn declara que se han destruido  pruebas de evidencia, como quemar prendas de las víctimas, por lo que casi  imposible tener pistas.  Los  informes  confirman la apatía de la  policía para atender esas investigaciones, por lo que existen más de 100  denuncias contra ministeriales por irregularices en los procesos de  investigación de las muertas de Juárez. Revela que el caso de un ex servidor público de la Procuraduría de  Justicia Estatal, Héctor Armando Labra, acusado de secuestrar y violar a dos jovencita,  así como ofrecerlas a una red de prostituciòn que servicia a empresarios  poderosos de Chihuahua,  que fue liberado  pese a que todas las agravantes lo acusaban, corre un velo de misterio en torno  a las muertas de Juárez y evidencia que el enemigo esta en casa. La suma de irregularidades es grande. El periodista Sergio González cita que se han inventado  culpables, y que han sido inculpados falsamente por homicidios que no han  cometido varias personas inocentes que están en la cárcel, mientras los  culpables siguen libres. Se  ha comprobado,  agrega,  que no hay pruebas que los  inculpen, como el caso de Sharif, de los Rebeldes, La Foca y El Cerillo, a quines  torturaron violentamente.  Uno de ellos murió  en su celda a causa de las torturas que le aplicaban, para que se inculpara, ya  que no hay elementos probatorios en contra de ninguno de ellos.  Se ha presionado a los jueces para que encarcelen  inocentes, sostienen Sergio González e Isamira Aguirre,  periodista y analista del caso de las Mujeres  de Juárez.  Al presentar el Segundo  Informe de Evaluación Integral de las Acciones Realizadas por los Tres Ámbitos  de Gobierno en Relación con los Feminicidios en el Municipio de Juárez,  Chihuahua, en enero de 2008, el Ombudsman nacional, acompañado por el primer  visitador,  exhortó a las autoridades a cumplir  en sus términos con las propuestas que se les hicieron en el Informe especial  de la CNDH, del  25 de noviembre de 2003, y atiendan las observaciones formuladas en el Informe  de seguimiento, del 24 de noviembre de 2004, así como en el primer informe de  evaluación integral, del 23 de agosto de 2005. Soberanes  Fernández refirió que en los últimos 15 años, 463 mujeres han sido privadas de  la vida en dicha ciudad fronteriza, por lo que la CNDH “desea activar, de nueva  cuenta, la conciencia ciudadana acerca de la ingente necesidad de no asumir  como hechos normales los feminicidios de Ciudad Juárez, pero tampoco los  errores y las omisiones de quienes tienen la responsabilidad de resolverlos”. |