| elevó el costo la luz de los usuarios de casas habitación a tasas  inimaginables- que,  entre otros  estímulos fiscales decide hacer rebajitas al consumo eléctrico de los  empresarios.   Claro, como  el señor Cartens entre otras prebendas  dispone de tres mil pesitos diarios para alimentos y chucherías, cuentas  pagadas de seis teléfonos celulares, vales de gasolina, asesores a granel,  empleados al por mayor, choferes  y otras  canonjías de irrefutable oligarquía pues no asoma sus narices por las altísimas  tarifas de luz y por la  desastrada  economía de la inmensa mayoría de los mexicanos y, entre cositas,  se le olvida que son quienes le pagan la  comida.  Y su gobierno se apresta a  salvar una vez más a las empresas mientras se niega a los trabajadores dos méndigos centavos de aumento salarial.  Micro aumento a un espeluznante salario  mínimo, salario  que no es otra cosa que  un maternal recordatorio al obrero, un bofetón de ida y vuelta al trabajador,  quizá por tener sindicatos corruptos y un gobierno que, al parecer, trabaja  nomás pa los de arriba.  Además, Congreso y gobierno  permiten y permiten la usura, el atraco, la rapacidad, la rapiña de los bancos  con el cobro de los intereses sobre crédito más caros del planeta, sin que el  Honorable Congreso se ponga las leyes en las manos y castigue, prohíba,  cancele,  decrete u lo que en derecho y  bienestar de la sociedad proceda para impedir que los encomenderos, neo  esclavistas, sinvergüenzas y mentecatos tahúres disfrazados de banqueros esquilmen,  depreden, desvalijen, roben impunemente a los usuarios de crédito. (Cualquier  símil con delincuencia organizada es pura e imaginaria coincidencia.)  Y por si fuera poco,  nuestras carísimas autoridades también permiten y permiten que los tales banqueros  amenacen e intimiden por medio de sus sabandijas conocidas entre otros  membretes como consorcios jurídicos a los deudores que en la peor crisis de  desempleo, devaluación y carestía de los últimos ocho años han tenido "la enorme sinvergüenzada, irresponsabilidad  y felonía" de elegir entre  medio comer o pagar la abominable, feroz, inaceptable usura y rapiña de los  bancos.  Qué bonito país. Qué bonito.  Mejor a otra cosa, lector, y  comparto con usted otros graffitis latinoamericanos:  "Para  obtener un préstamo, primerodebe  probar que no lo necesita: La   Banca"
  "Hay  que saber escuchar.No nos prometieron el paraíso: Nos  echaron."
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