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           LOS ANGELES, California, 26 de agosto  de 2019.- Apple y Samsung enfrentan una demanda colectiva porque sus teléfonos  móviles incumplen los estándares de radiación máxima y ponen en riesgo la  salud, ya que exponen a los usuarios a emisiones de radiofrecuencia "en  algunos casos un 500 por ciento" por encima de los límites impuestos por  la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés).           
          Citando "numerosas publicaciones  científicas recientes", los demandantes señalan que estas emisiones provocan  "un mayor riesgo de cáncer" y otra serie de efectos nocivos,  incluidos daños genéticos, cambios en el sistema reproductivo, y trastornos  neurológicos.          Sin embargo, ninguno de los  demandantes ha sufrido alguna enfermedad o dolencia producto del uso de estos  teléfonos, sino que buscan retribución de parte de esas empresas por  presuntamente incurrir en delitos como negligencia, incumplimiento de garantía,  fraude al consumidor y enriquecimiento injusto.           
          El incumplimiento citado en el texto  judicial se deriva de una reciente investigación de laboratorio encargada por  Chicago Tribune, en la que se midió un indicador de radiación denominado tasa  de absorción específica —medido en watts por kilogramo (w/kg)— de aparatos  recién comprados de modelos como el iPhone 8, iPhone X, y el Galaxy S8.           
          La FCC señala que ningún teléfono  vendido en EE.UU. puede exceder los 1,6 w/kg, pero su regulación permite medir  esta tasa a hasta 25 milímetros del aparato. La nueva investigación incluyó  mediciones a 10 milímetros, 5 milímetros y a 2 milímetros, distancia que podría  haber entre la pierna de un usuario y el teléfono en su bolsillo.           
          Todos los modelos de Samsung y Apple  examinados a 2 milímetros presentaron mediciones por encima del límite  permitido, entre ellos varios iPhone 7 puestos a prueba que incumplieron a los  5 milímetros, la distancia a la que esa última compañía prueba la radiación de  sus productos.          Resultados          Al comentar estos resultados, Apple  alegó que utiliza un método de medición diferente al utilizado en la  investigación, y tanto esa como otras compañías subrayan que ninguna  organización importante de salud pública ha podido vincular el uso del teléfono  celular con el cáncer u otras dolencias graves.  
          La FCC, no obstante, aseguró  que realizará su propia verificación de estos teléfonos en los próximos dos  meses.          Entretanto, algunos tachan de  inadecuado el lineamiento de 1,6 w/kg, establecido en 1997 cuando los celulares  eran mucho menos potentes que los actuales 
          . Estudios recientes apuntan a que  una radiación 2.000 veces menor puede debilitar el ADN de ratas de laboratorio  y disminuir su conteo de esperma, mientras que dosis hasta cuatro veces menores  han sido ligadas a una mayor probabilidad de tumores malignos en ratas.          Investigadores señalan además que los  niños pueden absorber hasta un 150 % más radiación que los adultos, una  preocupación que se suma a los potenciales problemas que podrían presentar  nuevas tecnologías de telecomunicaciones incluso más potentes, como lo es el  5G.           
          Un extenso estudio realizado por el  Programa Toxicológico Nacional de EE.UU. ha establecido que hay "una clara  evidencia" de que ratas machos expuestas a altos niveles de radiación de  radiofrecuencia ―similar a la que se utiliza en los celulares de 2G y 3G―  pueden desarrollar tumores cancerígenos de corazón.           
          La investigación, citada por el  portal EurekAlert, halló también "algunas pruebas" de tumores en el  cerebro y la glándula suprarrenal de ratas macho. Sin embargo, no hubo tal  asociación en las ratas hembras ni tampoco en ratones de ambos sexos. 
           El investigador John Bucher precisó  que estas exposiciones "no se pueden comparar directamente con la que los  humanos experimentan cuando usan un teléfono celular", debido a que  "las ratas y los ratones recibieron radiación de radiofrecuencia en todo  el cuerpo".          "Por el contrario, la mayoría de  las personas están expuestas [a la radiación] con los tejidos locales  específicos cerca de donde sostienen el teléfono. Además, los niveles de  exposición y la duración en nuestros estudios fueron mayores que lo que la  gente experimenta", agregó el científico.  |