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Octavio García, el Payo, ¿sobrevaluado o ya llegó a los cuernos de la luna?

Benjamín Bernal

Hoy le voy a dar un regalo, un poema de Rafael Alberti, gran amigo de Luis Miguel Dominguín, al final tiene usted los versos que le pergeñó en Venezuela, hoy viene al caso por la presencia de otro Miguel en la México .

El Payo salió el 6 de diciembre del 2009 sobre los hombros de sus admiradores, sufrió varios atropellones, innecesario alguno, pero son los que dan el drama necesario a una tarde decembrina.  Tibia y sin viento. Compartió la tarde con Miguel Espinosa Armillita (de gigantesca tradición taurina, además de que es el más longevo sobre la arena) y Cayetano Rivera Ordoñez, hispano descendiente de la dinastía de Francisco Rivera, Paquirri y Carmen Orodñez (hija de Antonio Ordoñez), además de que abuelos y bisabuelos se la vivieron entre muletazos y cornadas.

Todo esto frente a 5,000 aficionados, que los reporteros cacareaban como media plaza. Si usted sabe que caben 42,000 espectadores conocerá las calificaciones que sacaron en la primaria estos jilgueritos.

Cortó tres orejas el rubio Payo, la primera de ellas muy discutida, pues el Juez se hizo el distraído, en tanto el público con espíritu santaclosero insistió acerca de la segunda, para que festejaran su logro. Es una modalidad de democracia que permite mandar un mensaje a la historia “no la di yo, la dio el que paga su boleto” y no siempre tiene la razón el pópolo.

 Si el toreo fuera medible mediante tablas estadísticas de orejas y rabos, al estilo del futbol, tendríamos que Fermín Spínola y Arturo Macías se encuentran encabezando la temporada. Ahora necesitamos ver los siguientes carteles para verificar que hay solidez y analizar detalle por detalle a cada matador.

El primer burel, de San Isidro, que tocó a Miguel Espinosa resultó complicado. Nos hizo recordar que estaba retirado ¿no? Pero regresó para confirmar la alternativa a Cayetano Ordoñez, lo que tiene mérito, debe ser alguien considerado verdadera figura para esta ceremonia. Fue recibido con admiración, lo mismo que con rechiflas, sucede mucho cuando hay alguien brillante sobre la arena, que los aficionados bisoños desean hacer comparaciones, como si fuera una olimpiada o el goleador del año. Usa el de aguascalientes muletas enormes como las de Manolo Martínez, vaya, es la época de esos diestros.

El hispano se vió bien en su lote, con lances lentamente manufacturados, verónicas de sólido arte, derechazos y naturales combinados, sin que predominara el brazo muy largo para que no hubiera peligro. Los toros estaban agarrados al piso, nerviosos, no le dieron el necesario juego. Quizá por contraste con El Payo, los aficionados le aplaudieron menos y apenas le invitaron a salir al tercio en cada una de sus reses. Oiga usted, así son los neo taurinos.

El Queretano Payo es variado en su propuesta, a pesar de que el encierro fue igual en lo descastado, poco dúctil para llevarlos en el engaño. Trató por diversos medios de gustar, haciendo más él que el burel, al final se enfiló para lograr una estocada desprendida, seguramente por eso el Juez estaba reacio a otorgar regalos por doquier. Pero se dejó vencer. Contra reglamento, ya que es la 1era la que otorgan los tendidos y la segunda el Juez. Allá el.

Así que el público quería fiesta, orejas, triunfos para así descubrir a una  nueva figura, bueno, pues ya la tiene: ahora todos esperamos lo de siempre, que no sea flor de un dia y que siga siendo variado, con entrega en cada fecha y que toree al de cuatro patas más que a los tendidos. Dos orejas en una tarde que pintaba para ser gris: tiene un buen mérito. 

Oiga usted: para la siguiente semana: El Fandi, David Fandila, Rafael Ortega y Fermin Spínola o el Zapata.  

Vuelvo a los toros por ti,
yo, Rafael.
Por ti, al ruedo
¡Ay con más años que miedo¡
Luis Miguel.
¡Oh, gran torero de España¡,
¡Que cartel¡
que imposible y gran corrida,
la más grande de tu vida,
te propongo, Luis Miguel.
tú, el único matador,
rosa picassiano y oro;
Pablo Ruiz Picasso, el toro,
y yo, el picador.

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