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             BENARES,  INDIA, 22 de julio (AFP) - El eclipse solar total más prolongado del siglo XXI  sumió el miércoles poco a poco en la oscuridad a India y China y generó  entusiasmo y fervor religioso en los testigos del fenómeno de esos dos países,  los más poblados del planeta.  
               
            Unas  2.000 millones de personas -un tercio de la humanidad- pudieron contemplar este  eclipse excepcional, que empezó a ser visible a partir de las 00H30 GMT en el  océano Indico, frente a la costa occidental de India. 
            El  Sol quedó completamente oculpado por la   Luna a las 00H53 GMT en el Estado indio de Gujarat y luego  para los habitantes de un corredor de 15.000 km de largo por 258 km de ancho, que  atravesó de oeste a este India, Nepal, Bhután, Bangladesh, Birmania y China,  hasta las islas sureñas de Ryukyu, en Japón. 
            El  eclipse total duró 6 minutos y 39 segundos en una región escasamente poblada  del Pacífico, un récord que recién será mejorado en el año 2132. 
            La  oscuridad duró menos en India (de tres a cuatro minutos) y en la gigantesca  ciudad china de Shanghai (unos cinco minutos), donde el cielo nuboso malogró en  parte el espectáculo. 
            En  el norte del país, en la ciudad santa de Kurukshetra, 1,5 millones de  peregrinos hindúes se bañaron durante el eclipse en aguas consideradas  purificadas, en pos de la liberación de su alma. 
            Miles  de personas asistieron al fenómeno celeste en la ciudad santa hinduista de  Benares, según un fotógrafo de AFP. Acompañados por sacerdotes, la multitud  celebró la reaparición del Sol levantando los brazos al cielo y lanzándose al  río. Un octogenario murió asfixiado al ser empujado por la multitud. 
            Según  los canales de televisión, unos cinco millones de hindúes expresaron su fe  bañándose en aguas sagradas. 
            En  un pueblo del norte de Bangladesh, país musulmán, decenas de miles de personas  congregadas en un estadio "se pusieron a llorar y temblar de miedo cuando  desapareció el Sol y aplaudieron cuando reapareció", relató un empleado  administrativo, Banamali Bhumik. 
            Tanto  en India como en China, en cuentos e historias mitológicas los eclipses pueden  ser felices presagios, pero también traer malos augurios. 
            En  India, mujeres embarazadas que habían programado una cesárea para este  miércoles retrasaron la intervención, relató Shivani Sachdev Gour, un  ginecólogo del Hospital Fortis, en Nueva Delhi. 
            Astrólogos  predijeron guerras, atentados, catástrofes naturales y asesinatos de dirigentes  políticos. 
            El  eclipse del miércoles es "un momento muy peligroso para el Universo",  advirtió Raj Kumar Sharma, un astrólogo de Bombay. "Si el Sol, el jefe de  las estrellas, enferma, ocurrirá algo grave en el mundo", predijo. 
            En  la China  imperial, los eclipses anunciaban desastres naturales o la muerte de un  emperador. Estas creencias y supersticiones no han desaparecido. 
            Pero  al mismo tiempo, el eclipse impulsó el comercio y el turismo. 
            En  Shanghai, que recibió en los últimos días a hordas de turistas para contemplar  el fenómeno, el hotel Hyatt, en el famoso Bund, marcaba completo para su  desayuno especial. "Esto sólo ocurre una vez cada 300 años", declaró  la portavoz del hotel, Meg Zhang. 
            "Las  nubes llegaban, se disipaban y luego, de pronto, lo vi", cuenta Glenn  Evans, un empresario norteamericano que vive en Shanghai. 
            Al  otro lado de Asia, en la ciudad india de Bombay, los astrónomos aficionados se  concentraron en torno al planetario Nehru, pero debieron trocar sus anteojos de  sol especiales por el paraguas y el impermeable pues en el mismo momento en que  comenzaba el eclipse, se abatió una lluvia torrencial. 
            "No  queríamos verlo en televisión, pero debimos quedarnos en la cama", comentó  mientras se reía Dwayne Fernandes, un estudiante. 
            En  India, la agencia Cox and Kings fletó un Boeing 737-700, que despegó de Nueva  Delhi antes del amanecer, para "interceptar" el eclipse total a una  altura de 12.500   metros, volando hacia el este, hacia el Estado de Bihar. 
            Los  21 asientos del avión orientados hacia el levante se habían vendido a 1.700  dólares (unos 1.200 euros) cada uno. 
          También  en la India,  científicos siguieron el eclipse a bordo de aviones de la Fuerza Aérea  |