| 
  Por ALBERTO ESTEVEZ ARREOLA 
 Los artistas hoy encumbrados,  que se olvidan de quienes eran  antes de ser famosos  y se convierten en personas arrogantes, con mirada  de “perdona vidas”, no valen la pena, pero, bueno pues  felicidades  ya fueron tomados en cuenta por el magnífico autor  jalisciense descendiente de judios,  Tranquilino  Asencio, quien escribió el tema “Calle Altamirano”, mismo que tuvo los  arreglos de un hermano del guitarrista Chamìn Correa.
 “La canción se refiere, dijo el  compositor, “a la perdida de valores humanos, que padecen los artistas cuando  en torno a su ambiente social, dejan de ser sencillos. Entonces en esa  confusión que sufren en  su cabecita,  los lleva a que  se transformen en  personas intolerantes a la gente común, a los  artistas llamados de la caballería. Solamente les interesa codearse  con gente famosa”.
 ¿Por qué ese interés de usted en ese  aspecto, que pareciera no es tan importante?
 -          A mi juicio si  es  importante dado que es el retrato de lo que verdaderamente es una persona.  Cuando es sencilla, tiene muchos valores humanos. Cuando no lo es, empiezan a  caer de una nube de humo, que ellos mismos se han creado. Escribí ese tema  porque he pasado por experiencias muy fuertes de personas, no digo nombres, de  personas que que hoy son famosas y que antes de serlo eran totalmente diferentes.  Creo que es necesario decirlo porque es un mal ejemplo para los  jóvenes dedicados a la actuación, al arte, el canto en fin, los artistas de  todas las ramas.
 -          ¿Por qué tituló su canción “Calle  Altamirano"?
 -          -Porque es la calle en donde está la  Asociación Nacional de Actores y en ella circulan todos los artistas famosos y  no famosos. Hay muchos de ellos que de repente, cuando ha sido personas muy  amables, de repente ni siquiera te saludan. Te descriminan, a pesar de que eres  de su mismo ambiente, solo que la fama los desborda. No está mal que disfruten  su fama pero es que muchos  se sienten muy altos, de otra clase diferente  para la gente y para sus compañeros de profesión. No son dignos de admiración
 Tranquilino Asencio, original de Guadalajara.  Es descendiente de judíos y su religión no le impide amar a México y  sus tradiciones, su cultura y sobre todo de la música del mariachi, pues es un  buen intérprete. Ha sido capaz de grabar dos discos en su carrera consiguiendo  el éxito con su tema “Jalisco” que ha cruzado ya la frontera. Pero una de las  sorpresas que es este artista es que su parecido físico con Luis Aguilar es  extraordinario, aunque no ha explotado esa parte. Y durante años ha ido por las  calles de esta ciudad manejando  su  motocicleta que tiene un equipo de sonido adaptado, esto, “Para poder vender  mis discos y me ha dado resultado. Es una forma de promover mis canciones.  También voy a la radio,a los diarios, la televisión me ha entrevistado. No me  quejo. Mi lucha por presentar mis canciones al público, ha sido muy positiva”.
 Por otra parte reveló que lo han  entrevistado para importantes televisoras, entre ellas, Univisiòn, TV  Azteca, Televisa y Telemundo, que es la mas reciente oferta para un  reportaje de su singular vida artista que, dijo, "puede ser un modelo  a seguir para quienes no cuentan con los medios económicos para llegar a los  melómanos. Yo vendo bastantes discos y mis canciones suenan en la radio de  algunas provincias. Esa es mi más grande satisfacción".
 Tranquilino, toca la guitarra en el Café  Actores frente a la ANDA y así disfruta las tardes con sus creaciones en  compañía de otros autores y cantantes, amigos que lo admiran por su  entereza y su talento. Es un personaje de la vida diaria que en época de crisis  es un ejemplo de quien triunfa a pesar de todo. Mientras la cámara del famoso  fotógrafo y ex payaso "Risitas" lo capta,  y se despide con esa  "rola" tan simpática dedicada a los artistas mas sangrones de México  y de otras nacionalidades.
 |  |