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 GARISSA, KENIA, 04 de abril de 2015 (AFP).-  Los islamistas armados somal&iaciacute;es shebab amenazaron este sábado a Kenia con una “guerra larga y espantosa”, dos días después de haber matado a 148 personas en la universidad de Garissa (este). “Sospechamos que son cómplices de los atacantes, intentamos establecer los vínculos” , dijo. Dos de ellos fueron detenidos en el campus, añadió. “Uno es un tanzano llamado Rashid Charles Mberesero, estaba  escondido en el techo de la universidad en posesión de granadas. El segundo es  un vigilante (sospechoso de haber) ayudado a los atacantes a entrar (...) su  nombre es Osman Ali Dagan, es un keniano de etnia somalí” , detalló. El jueves, el ministro del Interior, Joseph Nkaissery,  anunció la detención de un “presunto atacante” . Njoka confirmó que formaba  parte de los cinco detenidos. Sobreviviente Más de 50 horas después del inicio del ataque, una  superviviente, escondida desde hace dos días en un ropero, fue hallada el  sábado por la mañana. La víspera, cuatro sobrevivientes habían sido rescatados. En total, 663 estudiantes supervivientes abandonaron el  sábado Garissa con destino a Nairobi a bordo de una autobús fletado por el  gobierno. La universidad, que acogía a más de 800 estudiantes de todo el país,  ha sido cerrada hasta nueva orden. Los cuerpos de “cuatro terroristas” muertos en el asalto de las  fuerzas de seguridad fueron encontrados en la universidad, donde el jueves  abrieron fuego indiscriminadamente, antes de entrar en la residencia  universitaria y separar a los musulmanes de los demás. A los primeros los  dejaron marcharse y a los no musulmanes los secuestraron. La entrada de vehículos con matrícula estadounidense en el  campus hace pensar que el FBI podría participar en la investigación, como fue  el caso en el asalto al centro comercial Westgate por un comando shebab en 2013  (al menos 67 muertos) . Las autoridades kenianas buscan desde el jueves al que  consideran el cerebro del ataque, Mohamed Mohamud, por el que ofrecen unos  200.000 euros. Este antiguo profesor keniano de una escuela coránica de Garissa  se unió primero al movimiento de los Tribunales Islámicos que se adueñó de  Mogadiscio en 2006, antes de pasarse a una milicia islamista y acabar en los  shebab. Amenaza de “guerra larga” El gobierno keniano prometió el viernes que no se dejará  “intimidar” por el ataque de Garissa, el más sangriento en su territorio desde  el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi en 1998,  reivindicado por Al Qaida, a la que los shebab se afiliaron en 2012. Pero este sábado los shebab, que reivindicaron el ataque de  Garissa, amenazaron a Kenia con un “nuevo baño de sangre” si no se retiraba de  “las tierras musulmanas” . En un comunicado denuncian “la opresión” , “las políticas  represivas” y “la persecución sistemática de los musulmanes” en Kenia y “la  ocupación de las tierras musulmanas” por parte de Nairobi. Se refiere a Somalia, donde el ejército keniano combate a  los islamistas desde 2011, y a las regiones kenianas de mayoría musulmana del  nordeste y del este, fronterizas con Somalia, y las del litoral. “La sangre correrá a mares en las ciudades de Kenia, será  una guerra larga, espantosa”.“Si Dios lo quiere, nada nos impedirá vengar la muerte de  nuestros hermanos musulmanes hasta que vuestro gobierno cese su opresión y  hasta que todas las tierras musulmanas sean liberadas de la ocupación keniana”,  afirmaron en este comunicado publicado en inglés.
 “La sangre correrá a mares en las ciudades de Kenia, será  una guerra larga, espantosa”, añade. Los islamistas amenazan con atentar contra “escuelas,  universidades, lugares de trabajo e incluso casas” . Los islamistas shebab, debilitados militarmente en Somalia,  eligieron Kenia, un país fronterizo, para demostrar, según los analistas, que  siguen teniendo capacidad para cometer ataques de envergadura. |