• Agravan crisis migratoria
TEXAS, AUSTIN, Estados Unidos, 24 de julio de 2027.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, se negó a retirar las boyas que ordenó colocar en el río Bravo, pese a la denuncia del presidente Joe Biden, a quien respondió: “nos vemos en la Corte. Texas defenderá su autonomía en la frontera, para frenar la crisis humanitaria que provocó Biden con su política migratoria”, escribió en Twitter.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este lunes (24.07.2023) al estado de Texas por haber instalado sin autorización federal una barrera de boyas en el Río Grande, frontera natural con México, con el objetivo de frenar el paso de los migrantes.
La Fiscalía estadounidense había dado al gobernador de Texas, el republicano Gregg Abbott, un plazo que concluyó este lunes para que retirara las boyas por los riesgos ambientales y humanitarios para los migrantes que supone dicha barrera.
La demanda civil presentada exige la retirada de las boyas al considerar que Texas vulnera la Ley de ríos y puertos de 1899 por haberlas instalado sin autorización del Gobierno del demócrata Joe Biden.
Las boyas de Greg Abbott son una medida que el gobernador de Texas ha implementado para tratar de impedir el paso de los migrantes indocumentados por el río Bravo, que separa a México de Estados Unidos.
Argumenta que las boyas son necesarias para proteger la seguridad y la soberanía de Texas, así como para evitar más muertes de personas que intentan cruzar el río.
Sin embargo, esta medida ha sido criticada y rechazada por los gobiernos federales de Estados Unidos y México, así como por organizaciones defensoras de los derechos humanos y por algunos congresistas demócratas.
Advierten que las boyas violan la ley federal, los tratados internacionales, los derechos de los migrantes y el medio ambiente, además pueden aumentar el riesgo de ahogamiento, accidentes y conflictos en la zona fronteriza.
El presidente Joe Biden ha demandado a Abbott ante la corte para que retire las boyas y respete la política migratoria federal.
Abbott, por su parte, se ha mantenido firme en su postura y ha acusado a Biden de causar una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera por su política de “fronteras abiertas”.
El conflicto entre ambos políticos refleja las profundas diferencias ideológicas y partidistas que existen en Estados Unidos sobre el tema migratorio.
Algunos expertos temen que las boyas no disuadan a los migrantes, sino que los obliguen a buscar rutas más peligrosas o a depender de los traficantes de personas.
Refieren que las boyas pueden alterar el flujo del río, afectar la fauna y la flora, contaminar el agua, dañar la pesca y el turismo, y generar conflictos entre los habitantes de ambos lados de la frontera.
La relación entre México y Estados Unidos puede deteriorarse por el desacuerdo sobre esta medida.
El gobierno mexicano ha expresado su rechazo a las boyas y ha enviado una nota diplomática al gobierno estadounidense, argumentando que violan el tratado de aguas de 1944 y pueden invadir el territorio mexicano.
De acuerdo con la ONU las crisis migratorias se agravarán en el mundo, ya que según sus cálculos una de cada 23 personas requerirá ayuda humanitaria este año, lo que supone un récord histórico.
La guerra en Ucrania, que ha provocado el mayor desplazamiento forzado de Europa desde la Segunda Guerra Mundia, es uno de los principales factores que contribuyen a esta crisis global.
Además, el cambio climático, la pandemia de COVID-19, la inseguridad alimentaria, los conflictos armados y las violaciones de los derechos humanos siguen afectando a millones de personas en diferentes regiones del mundo.
Según datos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, México sigue siendo el principal país de origen de los indocumentados que cruzan la frontera sur, aunque su proporción ha disminuido en los últimos años.
En 2020, representaron el 52% del total de aprehensiones, mientras que en 2019 fueron el 69%.
Los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) son la segunda fuente más importante de indocumentados que llegan a Estados Unidos por México.
En 2020, sumaron el 34% del total de aprehensiones, mientras que en 2019 fueron el 21%.
Otros países que han aumentado su presencia entre los indocumentados que entran a Estados Unidos por México son Cuba, Haití, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Estos países representaron el 8% del total de aprehensiones en 2020, mientras que en 2019 fueron el 4%.
Los países asiáticos, africanos y europeos tienen una participación menor entre los indocumentados que cruzan la frontera sur, pero también han experimentado un incremento en los últimos años. Estos países sumaron el 6% del total de aprehensiones en 2020, mientras que en 2019 fueron el 5%.
Algunas de las otras crisis humanitarias que marcarán 2023 son:
Somalia: El país africano ocupa el primer lugar en la Lista de Vigilancia de Emergencias del Comité Internacional de Rescate, debido a la combinación de sequía, conflicto, inestabilidad política y pobreza extrema que amenaza la vida de más de 7 millones de personas.
Etiopía: El conflicto en la región de Tigray, que estalló en noviembre de 2020, ha causado más de 2 millones de desplazados internos y más de 60.000 refugiados en Sudán. La situación humanitaria se ha deteriorado aún más por el bloqueo de la ayuda, las violaciones masivas de los derechos humanos y el riesgo de hambruna.
Afganistán: Tras la retirada de las tropas estadounidenses y la toma del poder por parte de los talibanes en agosto de 2020, el país asiático se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes.
Más de 18 millones de personas necesitan asistencia urgente, mientras que más de 3 millones han huido de sus hogares. La violencia, represión, escasez de alimentos y medicinas y el colapso económico amenazan con agravar aún más la situación.
Estas son algunas de las crisis humanitarias que el mundo no puede ignorar en 2023.
Es necesario que la comunidad internacional actúe con urgencia y solidaridad para prevenir o mitigar estas emergencias y proteger los derechos y la dignidad de las personas afectadas.
La crisis humanitaria tiene un efecto devastador en la salud física, mental y emocional de los niños y jóvenes, así como en su desarrollo educativo, social y económico. Algunas de las consecuencias que pueden sufrir interrupción de estudios, violencia, vulnerabilidad, perdida de apoyo familiar y social. |